Viernes santo y nosotros de vacaciones. Es aquí donde comienza la aventura tailandesa de 2016.
Todo comenzó yendo a buscar a Joana el día anterior, 24 de marzo, al aeropuerto del Prat a las 11 pm hora estimada de llegada. El vuelo se retrasó una hora y pico y, la verdad que al ser jueves, tuvimos suerte, ya que había aerobuses hasta las 1 am. Nos fuimos a casa, cerrar mochilas y a dormir.
La mañana fue dura, porque apenas dormimos unas horas antes de levantarnos, desayunar e ir de nuevo al aeropuerto en rodalies. En la estación de Sants nos encontramos con Oskar, un colega de Brno que ahora estaba en Valencia trabajando para la ONU. El caso es que llegó justito cuando abría las puertas el cercanías..
Al llegar al aeropuerto, nos tocó otra vez coger el shutte bus a la T1 y a facturar mas que nada para el ticket porque subimos las mochilas al avión dado que no llevábamos líquidos ni nada y por miedo a que en el vuelo de conexión nos perdieran la mochila, decidimos tenerla a buen recaudo.
Aquí ya empezó el carnaval, con Joana y Oskar desayunando cervezas jeje.. Yo un cafetillo y bocata de nutella que me había hecho el día antes ( error porque luego ya contaré ).
El avión a Moscú era un poco mierder, tipo Ryanair pero le dimos poca importancia porque era momento de vacaciones y de dormir un poco, además nos dieron comida y todo. Tras 4 horas y media aterrizamos en Rusia sin problemas. Conecte el móvil para dar el típico toque de "estoy bien" y modo avión de nuevo.
Apenas 1 hora y media más tarde nos toca embarcar de nuevo. Esta vez Oskar se queda un par de horas más a esperar por el siguiente vuelo, mientras a este se nos une Rober que viene desde Madrid con Aeroflot también.
Este avión ya era un tanque con alas, un 777 de Aeroflot, con 3-4-3 columnas, pantallas en los asientos para ver películas, series, juegos, etc. Por las horas del viaje nos dieron de comer y casi al final de desayunar. En total, unas 16h de paliza aérea.
Lo peor fue que cuando llegamos eran las 8 am hora local de Tailandia y claro .. como era de esperar no vas a meterte en la cama después de perder tantas horas. Acto seguido nos fuimos a buscar el metro línea azul hasta la ultima parada llamada Phaya Thai. Era curioso, porque cuando comprabas una entrada de metro, te daban como una ficha de plástico parecida a los coches de choque en España... que luego tenías que depositar en el torno de salida del metro en tu destino.
Aquí ya comienza el día 1 ;)
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