Sunday, February 7, 2016

Montserrat por encima de las nubes

La verdad que no elegimos el mejor día para ir a ver Montserrat, porque nos comimos todas las nubes que había en Barcelona, y no pudimos ver nada desde arriba, pero bueno, mereció la pena.

El camino era bastante fácil, aunque el comienzo con tanta escalera casi nos da un infarto :D
Como se puede apreciar, las nubes nos sobrepasaban, porque esto era el final del recorrido, después de haber bajado unos 500m. El resto de la ruta fue todo el rato por encima y no pudimos apreciar las vistas que había, una pena.

Empezamos sin prisas, a las 11.30 de la mañana, nos dirigimos a la base de la montaña, junto al pueblo llamado Monistrol de Montserrat. Una vez allí, puedes optar por subirte a una cremallera o a un funicular. Ambos te suben los primeros 700m de golpe y sin esfuerzo hasta la base del monasterio. Nosotros optamos por la cremallera, que son unos 9€ ida y vuelta y te deja arriba en 5 minutos escasos.

Por supuesto, también se pueden subir estos 700m andando, lo que haría de la ruta algo más intensa, pero como el día estaba algo nublado ya, y no estamos físicamente muy aptos todavía, pues no nos arriesgamos.

Una vez llegas arriba, sales justo enfrente del monasterio, pero no esperamos ni un segundo porque estaba lloviznando ya y para evitar ponernos como una sopa, decidimos empezar a subir sin parar.

En teoría desde el monasterio hasta el pico son aproximadamente 1 hora y media sin parar. Parte del recorrido vas entre vegetación, con lo que te proteges totalmente del frío y la lluvia, pero cuando estás llegando a la cima, se veían las nubes subir dejando un rastro de frío de fliparlo.

Llegamos a la cima (foto de arriba) sobre la 13.30 y como se puede apreciar, no se veía nada y hacía mucho frío, Nos detuvimos lo justo para el avituallamiento y de nuevo descenso, esta vez más rápido para evitar coger una pulmonía con la sudada, porque aunque no lo parezca, en este tipo de rutas se suda muchísimo. Yo de hecho, me tuve que quitar los pantalones del chándal y varias capas que llevaba encima para evitar una deshidratación.

En la bajada, decidimos girar por otra ruta que encontramos mientras subíamos, para no hacerlo tan monótono, y la verdad que acertamos, porque la ruta era más fácil, asfaltada y llegamos hasta una cruz-mirador que nos dejaba ver Montserrat desde un punto clave (primera foto).
Llegamos abajo sobre las 4pm y con más hambre que otra cosa. Entramos al monasterio a ver a la virgen negra (o lo que fuera) donde todos los japoneses que llevábamos delante se dedicaron a besar. Acto seguido y siendo tan tarde, decidimos comer directamente allí en una especie de self service bastante normalito.

A las 17.15 nos montamos en la cremallera de nuevo y nos bajamos a Monistrol de Montserrat a tomar un café tranquilamente. Tan tranquilamente que nos dieron las 8 de la tarde y estábamos tan tranquilos. Si que es verdad que nos dio una pequeña bajona después de comer y tanto esfuerzo, pero lo pasamos muy bien.

Esta ruta no acaba aquí, porque hemos decidido volver en primavera cuando el clima esté mucho mejor, y así poder subir desde la base, sin cremallera y poder gozar con las vistas. Eso si, esta vez con bocata porque la comida de batalla del self service, nunca mais..... cara y mala.

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