Sunday, July 10, 2016

Primer viaje a Roche Diagnostics Suiza

Llevábamos ya tiempo preparando este viaje, y es que en principio teníamos que haber viajado a principios de Junio, pero debido a que una mujer del grupo de Suiza - si, he dicho una sola - tuvimos que retrasarlo un mes completo, hasta esta semana del 4 al 8 de julio.

Yo nunca había estado en las oficinas centrales, dado que la otra vez no me concedieron la Tarjeta Sanitaria Europea y no me dejaron volar. "Cuadriculeces" de los suizos, qué le vamos a hacer. Esta vez si fui, y me tuve que quedar más que el resto, porque la mayoría se volvía el miércoles por la noche y yo 24 horas después, dado que tenía un workshop más durante todo el jueves.


Tuvimos suerte porque el tiempo nos acompañó durante toda la semana, la putada es que yo no sabía que en Suiza se permitía ir en pantalones cortos a trabajar, sino lo gozo yo.

Fuimos a trabajar el lunes por la mañana, a la hora de siempre, sobre las 8.30 am. Estuvimos haciendo bien poco, entre imprimir el boarding pass y cerrar cosas del trabajo, se nos fue la mañana básicamente. A las 12 decidimos guardar ya los portátiles y salir hacia el aeropuerto en el coche de nuestro compañero Alex, donde llegamos sobre la 13pm. El resto nos siguió en varios coches y llegaron como media hora más tarde.

Ya en el aeropuerto, nuestro TL y otros dos se fueron a su bola y sin preguntar a comer en una pizzeria cutre, mientras el resto, los otros 15, nos fuimos a un restaurante más elegante a comer por el mismo precio, jejej.

 
La verdad que tuvimos suerte que el vuelo se retrasó una hora, porque empezamos a comer tarde y encima ellos no se daban nada de prisa en la cocina, pese a decírselo varias veces. Finalmente nos subimos al avión rumbo a Zurich sobre las 15.30 y con hora de llegada aproximada de 17.00. Algunos iban menos contentos que otros, jajaja:


Cuando llegamos, los tres que se separaron de la comida, entre los que seguía nuestro Team Leader, decidieron otra vez ir a su puta bola y montarse en el primer tren que les pareció más oportuno. Los demás nos metimos en otro que salió 3 segundos después de otro andén, y que iba directo a Lucerna, pasando sólo por Zurich. El caso es que al final acabaron cogiendo nuestro mismo tren en otro pueblo llamado Zug a carreras, manda cojones narices.

No dio tiempo a mucho más que irse al hotel, dejar las cosas y volver a salir a cenar, porque allí en Suiza cierra todo muy pronto, sobre las 20.30 o así, las cocinas dejan de funcionar, Algunos iban al hotel Continental, otros al Astoria.

Nos dio tiempo de camino al restaurante italiano a ver una especie de estanque, con un león esculpido en piedra muy bonito, aquí la muestra:

El restaurante no era nada del otro mundo, pero esto era Suiza primo, y eso significa que por un plato de pasta básico, te meten 20€. A los internos les daban 75€ por comida y a los externos 55€ al día. La diferencia era que a nosotros nos los daban aunque no los gastásemos y los internos no, de ahí que en el aeropuerto nos pagasen los internos la comida a partes iguales, porque sino ese primer día nos iba a costar dinero cenar.

Al terminar de cenar, unos decidimos volver al hotel a dormir directamente pero otros querían fiesta ya y se quedaron en un bar a beber. Yo sinceramente estaba doblado, no había dormido muy bien con el calor y en el avión fue imposible, así que al hotel que al día siguiente había que madrugar y estar en la estación a las 7.30 listos para salir en tren a Rotkreuz.

Martes 5 de julio

Arrancábamos pronto por la mañana, porque teníamos el desayuno incluido y habíamos quedado pronto en la estación de trenes, ya que el primer día hay que hacer que conseguir los pases de acceso a los edificios de Roche y porque los primeros workshops eran a las 9.

La rutina era siempre la misma, desayuno, tren, caminar 10 minutos desde la parada de Rotkreuz a Roche y empezamos la fiesta. El primer día a mi me tocó trainings hasta las 12 aproximadamente, momento en el que decidimos ir directos a comer a la Quadra, es decir, su comedor. La comida está mil veces mejor que la nuestra, un edificio moderno con varios menúes, ellos pagan al peso y pueden escoger entre una variedad mucho más amplia que nosotros. Parece mentira que incluso la fruta y verdura esté mejor allí que en España, lamentable, pero bueno.

Al acabar de comer y tomar el café, sobre las 2, comenzaba la reunión más importante del viaje, la denominada "Lessons learnt" o lo que es lo mismo, decirse a la cara todas las mierdas del último release de nuestro software para buscar soluciones inmediatas para la siguiente release que empieza ya. Como en la anterior en Sant Cugat, salieron muchísimos temas, la mayoría de ellos ya repetidos, pero ya veremos a ver qué sale en claro de aquí, dudo que algo bueno.

Al acabar, aproximadamente a las 16.45, muchos nos fuimos de vuelta al hotel para ducharnos y cambiarnos, ya que teníamos reservada la azotea de un hotel para tomar unas copas antes de subirnos al barco para dar un paseo por el lago.

Nos perdimos yendo al bar, ya que el jefe nos guió mal, como siempre y acabamos llegando muy tarde. Ellos ya estaban sentados en los sofás de la terraza, con un gesto muy suizo, no moverse ni un milímetro, no sea que cupiéramos alguno con ellos. Encima se permitieron la licencia de bromear diciendo "a vosotros que sois españoles, os hemos reservado la zona del sol, ja ja ja", encima uno que no había asistido a ningún acto antes, y ni se había presentado siquiera, en fin....


Esta es la única foto del lugar, ya que fuera hacía un calor bastante importante y nos traían la comida dentro mientras llegaba todo el mundo.

Lo que más me gustó y que me enteré luego fue el zasca en toda la boca al SPL (uno de los jefes) de un compañero de aquí de Sant Cugat. El SPL iba de listo antes de que llegásemos y debió decir algo así como - "¿Dónde estarán estos españoles que siempre llegan tarde? -  a lo que mi compañero contestó - "Pues.... deben estar con todos los suizos que faltan también" - que eran muchos !!!!
El barco salía a las 19.30 del puerto justo al lado del bar, así que cuando llegaron al bar todos, bajamos y nos fuimos directos a la cena.

El barco era una pasada, sobre todo de caro. Cabe decir que antes de ir a Suiza, nos mandaron el menú del barco para elegir cena, documento que estaba en alemán y del cual no se podía elegir nada más que "Carne", "Pescado" o "Vegetariano, otro absurdo más de esta gente, en fin.

El viaje fue una pasada hay que decir, el cual duró aproximadamente 2 horas y media con la ida y la vuelta. El recorrido fue parando por unos 6 o 7 puertos más de hoteles, con gente que se subía a cenar. Era un barco de parejitas, donde incluso había gente que se subió con el tupper y la cena, para solo pedir la bebida, algo raro, pero se podía :D
La verdad que nos pasamos casi todo el recorrido fuera en cubierta porque abajo hacía un calor que no se paraba, y yo con mi cazadora en mano pensando que haría frío, vaya fail!!

La cena estuvo genial, muy elaborada y buena, sin quejas, y la mesa nuestra la única que se reía, la demás mezcladas entre jefes, suizos y españoles, todos mudos o serios. Nosotros nos reíamos tanto que los demás nos miraban, jojojo... Las vistas desde dentro no eran malas, pero las de cubierta eran mucho mejor:


Al final, llegamos a puerto a las 22 escasas y claro, los españoles no podíamos ir a dormir sin más, teníamos que salir de fiesta. Nos fuimos al mismo bar al que fueron los compañeros el día anterior y solo 4 suizos aguantaron, entre ellos la becaria que se desmadró a tope, haciendo la fiesta de su vida.

Como reseña de la fiesta, hubo un momento que empezamos a gritar todos en la pista de baile porque era el cumpleaños de Hugo ese día y el portero nos mandó bajar el volumen, no sea que alguien no sea capaz de beberse su cerveza sin escuchar la música a 120 decibelios, :( madre mía que amarga-cenas son....

Miércoles 6 de julio

Al día siguiente estaban muchos tocaditos, yo de sueño también, porque pese a irme a las 12.15, el sueño se iba acumulando ya. La mayoría se iba ese mismo día de vuelta a España, pero a mi me tocaba pringar un día mas, incluso a otro compañero, le tocaba 2 días más.

Nada nuevo, más workshops de mañana, comida a las 12.30 y por la tarde presentación de la versión 1.7 de nuestro software, el que vamos a tener que desarrollar durante los próximos 6 meses. Éramos tanto en una sala tan pequeña, después de comer y el calor que hacía que me tuve que ir antes de que acabase. Nos metimos unos cuantos en otra sala con AC, porque eso es otra, como apenas tienen sol en todo el año, no usan nunca el AC aunque se estén muriendo de calor, no lo entiendo, es de idiotas.

A las 4 salimos todos dirección a los trenes, unos para irse a Zurich para volar de vuelta, otros 5 de camino a Lucerna para continuar con el viaje.

Salimos a cenar los 4 que éramos mas la hermana de uno de ellos que coincidía estaba por allí de trabajo también con otra empresa.

Justo antes de la cena, nos dio tiempo de ir a comprar queso típico suizo y poco más, porque como las tiendas cierran a las 6, nos cerraron estando dentro, acabamos de comprar y se acabó comprar nada mas.

Encontramos un bar irlandés donde daban el partido Portugal-Gales, pero como era un tostonazo, como la mayoría de partidos de la eurocopa, nos levantamos al descanso y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad.

De camino vimos en una plaza como un centenar de personas estaban viendo el partido en una pantalla gigante y nos quedamos 20 minutos, hasta que marcó Portugal, jajaja. De ahí ya no quedaba otra que irse a casa, después de acompañar a la chica a su apartamento.

Jueves 7 de julio

El jueves ya solo quedábamos 4 y los cuatro quedamos en la estación para subirnos al tren de las 8.35 am. Esta vez ya nos llevábamos las maletas y todo porque no volveríamos a Lucerna más. Como yo era el único del hotel Continental que está pegado a la estación, llegué primero después de desayunar y estos otros 3 llegaron de milagro a la hora. Tan de milagro que nos tuvimos que meter en un vagón de primera clase por error y sin posibilidad de cambiar, jaja, y el revisor se acercaba a nosotros. Decidimos quedarnos de pié en el pasillo de salida por si nos decía algo, pero al final nada, nos picó los tickets y listo.

Ese día solo hicimos un training hasta las 15:30 y luego mientras esperábamos al cuarto, nos enseñaron una de las máquinas que utilizan nuestro software con nuestro software funcionando en ella, una pasada. La verdad que es una forma de ver cómo tu trabajo tiene un resultado final útil.

De ahí al tren, donde nos encontramos con otro español, albañil, que llevaba 5 años allí y estaba que mordía, jajaja, solo quería irse a España de vuelta.

Llegamos al aeropuerto de Zurich con tiempo suficiente como para comprar chocolates suizos en un super llamado Migros y de ahí al avión, esta vez sin retrasos ni leches.

Al llegar al Prat, taxi y directos a casa, se acabó el sufrimiento, porque además al día siguiente tocaba ir a trabajar, que todavía era jueves :D :D

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