El viaje desde Barcelona son unas 2 horas y media, cogiendo la AP7 y pagando el correspondiente peaje de unos 12€. Llegando cerca, es obligatorio meterse en dirección a la costa, y empiezas a subir una montaña hasta que se ve todo el valle perfectamente acabando en la línea del mar.
De repente empiezas a bajar y se empiezan a ver casitas blancas como en si fuera Andalucía por toda la pared de la montaña, una pasada. Aparte, toda la costa se ve rodeada de pequeñas embarcaciones como separadas por una regla y cartabón, es muy bonito.
La verdad que nos costó aparcar porque media Francia está en ese pueblo en verano y tienes que buscarte la vida para poder aparcar en cualquier calle, recoveco, acera o en el medio de una plantación de lo que sea...es bastante jodido la verdad. Tras media hora dando vueltas por el pueblo, encontramos un sitio donde dejar el coche, eran las 13.15 aprox.
Paseamos por el pueblo y fuimos casi directos a comer a un buffet de la zona por 14€. No estaba nada mal, porque siendo donde era, los precios eran mínimo de 20-25€, french rules, you know?
La verdad que el único inconveniente fueron las playas, que no son de arena, son de piedra, como si fuera una zona volcánica. El agua estaba genial, pero para meterse había que caminar con chanclas incluso dentro del agua para evitar cortes y hacerte daño.
Como acabamos de comer tan tarde, nos pusimos a dar un paseo por todo el pueblo para verlo, y nos encontramos sitios con vistas muy impresionantes como la foto anterior. De hecho, hay un museo de Dalí, ya que tenía una casa en el pueblo, donde se inspiraba - nos ha jodido... así yo también - Acabamos de nuevo en la playa, nos echamos una siesta como pudimos en la orilla y sobre las 7pm de vuelta a Barcelona.
La verdad que merece la pena ver toda esa zona, aunque es cara, prepara la cartera porque no va a ser moco de pavo.
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