Monday, April 17, 2017

Lunes 17 - Singapur y adiós

Solo llevábamos 1 día en Singapur, pero es que ya no había mucho más que ver en la ciudad. Como el día anterior fue intenso y dado el medio día que nos esperaba, porque nos íbamos a Jakarta de tarde/noche, pues decidimos tomárnoslo con relax.

El desayuno era en la planta de arriba del hostel y cuando llegamos era un poco raro, era como una cocina de una casa con su terraza al lado, pero para todo el mundo. Nadie servía ni nada, estaba todo lo que había allí, es más, cada uno debía fregarse los platos, vasos y demás que usase para que el resto pudiera volver a usarlos después, muy hippie todo :)

Nos levantamos primero los que nos volvimos pronto, obviamente. En esto, había un indio que tenía toda la tostadora para él solo. Era un modelo que no había visto nunca, como si fuera una plancha de BBQ, alargada, y este personaje tenía como 5 tostadas de lado a lado, mientras los demás esperábamos por él,  ¡¡increíble !!.

Más tarde aparecieron Sergio y Piwi cuando ya habíamos bajado a prepararnos para ir a la calle. La noche anterior habíamos buscado varias piscinas por la zona para paliar el calor y pasar el día, y al final nos convenció una en la zona de Jalan Besar.


Era un paseito de unos 20 minutos, pero salimos tranquilamente, el día estaba medio nublado por la mañana aunque luego abrió algo más. De camino pudimos comprar algo de agua, y nos cruzamos por varias calles con negocios algo truculentos, jojojo. La entrada costaba 1.5$, lo que nos pareció bastante ridículo considerando lo cara que es la ciudad para todo.

La gente que trabajaba allí, muy amables explicándonos cómo sacar los tickets en las máquinas y con los tornos, etcétera. Entramos y la piscina grande estaba vacía, mientras que la pequeña estaba llena de niños pequeños en cursos de natación.

Nos pusimos al fondo en unas mesas que había, dejamos las cosas y de cabeza al agua. Estaba muy buena porque a pesar de estar nublado, ya teníamos casi 30ºC. Aquí pasamos la mayor parte de la mañana. Unos tomando el “sol”, otros hablando de Bali con el socorrista rastafari, el cual les dijo a Javi y Ruben que no fuéramos a Kuta, que el norte mola más, que nos fuéramos a playas de surfeo y tal.

Al mismo tiempo Sergio trataba de negociar con su colega Alberto de Jakarta la casa que les iba a dejar los días siguientes, empezando por ese mismo por la noche. Tuvo algún que otro calentón, porque pirulas aparte de vacaciones de Alberto, el último día él tenía que volar pronto (es piloto de Thai Lion Air) y se iba de la casa y estaban discutiendo por las llaves, bueno Mol discutía, como siempre :P

Dado que Mol tenía que tomarse una pastilla para un problema de trombos, se salió de la piscina para buscar algo de comer rápido que le hiciera masa, jeje, y ahí encontró un food court que estaba bastante bien. A las casi 2 pm, decidimos que era momento de dejar la piscina e irnos a comer, momento que alguno aprovechó para ducharse dentro del vestuario, con la correspondiente chapa del socorrista, otra vez, jeje.


Salimos del recinto y simplemente giramos a la derecha y ya estábamos en el food court llamado Broadway food market. Un espacio abierto con muchas tiendas, te podías sentar donde quisieras y nada, así lo hicimos. Encontramos un lugar que daban pato laqueado, algo que nos quedó en mente desde el día anterior que vimos al de la estrella Michellín. Nos costó nada y menos y quedamos bien. Venía con una sopa que creo que solo se tomaron 2, jaja con ese calor como para meterte eso.

Acabamos y nos fuimos a un 7/11 que había justo enfrente para coger un típico café helado de lata, muy típicos por allí. Otros pillaron helado por el mismo precio :D

Como era todavía pronto pensamos que era buena idea darnos un paseo por la zona llamada Little India, que como su propio nombre indica, era donde se encontraban todas las tiendas y restaurantes de indios, donde la comida casi no pica nada, ja ja ja. Lo curioso aquí fue justo cuando entramos en el barrio, empezamos a escuchar una gaita gallega, y parecía que el sonido venía de la única iglesia católica que había en todo el país. Efectivamente nos acercamos y había un grupo de niñas tocando una gaita. Javi no se qué les preguntó y ya nos fuimos...


Seguimos dando vueltas por el barrio y la verdad que estaba bastante chulo, con casitas como las de la imagen, así bajas, pero con fachadas muy curradas. Como el sol empezaba a apretar, decidimos girar ya hacia el hotel a recoger nuestras cosas para poder ir al aeropuerto.

La última parada fue esta mezquita que también teníamos en la lista de sitios para visitar, pero no paramos precisamente a verla, sino a comprar imanes y camisetas para todos.

Algunos como Joana que no tenía ganas de comprar nada decidieron adelantarse un poco. Los demás aprovechamos un poco el AC de los locales y después de una media hora, salimos hacia el hotel también.

La idea era hacer el checkout, quedarnos sentados un poco en la recepción del hotel para descansar la calentada que llevábamos encima y sobre las 5pm salir hacia el metro de Bugis.
Nos pusimos en modo suizo a mirar todos el móvil o cargarlo en su defecto, e incluso aprovechamos para utilizar los Mac que tenían en recepción y buscar más o menos los sitios que íbamos a ver en Jakarta, y sobre todo dónde íbamos a quedar, ya que los 7 nos separaríamos en 2 grupos hasta Bali ya.

Dado que el día anterior habíamos visto que se podía llegar al aeropuerto en metro por solo 3$, pensamos que así nos ahorraríamos pasta, porque en la ida nos costó un riñón a cada uno por el taxi. Nos fuimos con nuestros mochilones al metro de Bugis, recargamos la tarjeta que teníamos del día anterior y directos.

El trayecto fue más rápido de lo que esperábamos y la verdad que a esa hora no había casi gente. Llegamos en unos 20 minutos en línea verde directa y como en el papel que teníamos impreso decía que había que pasar por mostrador para comprobar pasaportes, para allá nos fuimos.

En principio no habíamos tenido problemas con AirAsia, pero en este caso, era otra compañía rara de esas de Asia llamada JetStar. Al llegar al mostrador, nos tocó una tipa con cara de perro que empezó a pedir pasaportes a todo cristo. Yo los cogí todos y se los dí, pero ella me contestó de mala manera diciendo - "déjalos ahí que ya los cogeré cuando me hagan falta" - bueno, una borde del palo suizo.

Lo peor fue cuando empezó a pedirnos que pusiéramos las mochilas en la báscula. Todos sabíamos que teníamos sobrepeso, pero como nunca nos habían pedido pesarlas, seguíamos metiendo mierda sin parar y claro, paso lo que tenía que pasar. El máximo peso permitido por maleta/mochila era de 7kg.

Primero la peso Rhea, y dió casi 10kg, con lo que la tía ya puso mala cara. Yo tenía unos 8.5kg, Javi no llegaba a 7kg, Joana casi tampoco y al final la tía haciendo una especie de media, nos dejó pasar sin hacer mas historias. Nos rayó un poco, porque a unos nos puso un lazo amarillo en la mochila y otros con mucho sobrepeso como a Rhea, no.

Seguimos más adelante al control de pasaportes, y había una cola de cagarse por la pata. Mientras tanto y de forma aleatoria, a Mol lo paran para pedirle que abra la maleta. En eso, un trabajador de allí nos ve y nos indica que pasemos por el control automático de pasaportes que estaba vacío. Yo pensé - cojonudo!! - pero fue meter el pasaporte en el scaner y petó. El tio inmediatamente nos dijo que nos pusiéramos a las colas normales. Vamos que nos hizo perder el tiempo el tonto a las 3.

Tras 20 minutos aproximadamente conseguimos pasar todos el control sin problemas y nos dirigimos a la puerta de embarque.




El vuelo no fue muy largo, creo que no llegó a las 2 horas, pero había que entretenerse. Mientras unos rellenábamos los papeles de inmigración para entrar a Indonesia, otros dormían tranquilamente en su asiento.

Aparte, como Ruben, Rhea y yo íbamos en la misma fila, nos pusimos a jugar a las cartas para pasar el rato. Llegamos al aeropuerto de Jakarta y a la entrada del control de pasaportes el policía nos pide el ticket para salir del país, es decir, el vuelo de Bali a Kuala, pero el problema en ese momento era que no lo habíamos podido imprimir porqueel checkin era solo 48h antes del vuelo, osea imposible.

Tras un rato lidiando con ellos e intentando cargar mis emails sin datos, al final nos dejan pasar. Al salir por la puerta típica del aeropuerto nos empiezan a asaltar con taxis y cambios de moneda por ambos lados, vaya agobio. Estos cambiaron dinero a la moneda local, Rhea y yo decidimos salir del aeropuerto sin más.

A la salida nos estaba esperando el colega de Mol, el piloto. Estaba con su novia y nos llevaron a un restaurante del aeropuerto a comer, el Solaria. Como no sabíamos mucho, nos dejamos llevar y acertamos porque era de comida local. Pedimos la comida y nos fuimos a buscar un cajero donde sacar dinero. Entramos a la terminal y tuvimos que subir a las segunda planta. Allí también vendían tarjetas de teléfono, pero nos quisieron hacer la pua y nos fuimos.
Como se puede ver, era la primea vez que veíamos dinero de allí y realmente la moneda estaba muy devaluada. Para hacerse una idea, 1€ = 14100 IDR, con lo que tuvimos que sacar dos millones de la moneda local para tener algo para comer y pasar el día, jaja.

Esos que se ven son billetes de 100.000, que creo que fue lo más grande que vimos. Mientras cenábamos, alguno paso el tiempo cambiando €uros con Alberto, porque le venía bien cada vez que iba a España o viajaba por Europa.

Sin saber por qué, Alberto nos pagó la cena, unos 6000IDR, y de ahí nos fuimos a buscar a un Uber local, o en su caso tenían otra aplicación llamada Grab, pero que funcionaba exactamente igual. Para no quedarse atrás, los taxistas tenían otra llamada Blue Bird.

A los 10 minutos apareció el Uber que había pedido la novia de Alberto, y nos montamos los 4 que íbamos a un hotel (Rhea, Rubén, Javi y yo mismo). El conductor era un tío joven y tenía el coche un poco tuneado. Nos despedimos sin más, porque sabíamos que apensa nos íbamos a ver hasta Bali.

Al principio el conductor parecía normal, pero poco a poco el tráfico se fue complicando más y más. Y cuando digo complicar, me refiero a que de repente en una carretera de 2 carriles, estábamos 4 coches en línea intentando pasar por donde fuera. El tráfico era un escándalo, se cruzaban por donde querían, se salían por la mediana, adelantaban sin sentido, sin ley ni orden, una jungla de coj***s !!

Lo mejor fue cuando llevábamos casi 50 minutos de trayecto, que quedaba poco y vemos como el conductor empieza a bajar la ventanilla para que le diese el aire, ¡¡ se estaba durmiendo al volante !!! Tenía la música hardcore a toda pastilla, con el AC puesto y todavía necesitaba abrir ventana para estimularse y no caer dormido. Yo al principio no me di cuenta hasta que me lo dijo Rubén desde el asiento de atrás. Menos mal que quedaban 5 minutos para llegar al hotel.

Otra cosa a tener en cuenta en Yakarta es que cuando coger un transporte de estos, en el precio no van incluidas otras tasas como puedan ser autopistas de peaje, que uno de nosotros tuvo que pagar a mayores durante el viaje. Era bastante circo porque el tio no hablaba ni papa de inglés, y tuvimos que andar sacando un móvil para que él apuntase lo que quería de nosotros para el peaje.

Al llegar al hotel Ibis Yakarta Mentong, ya era totalmente noche cerrada y al ser un país musulmán, todo estaba prácticamente cerrado. De hecho, nuestro hotel era un compendio de tiendas, bancos y restaurantes, y al subir las escaleras mecánicas, estaba la recepción del hotel. Lo bueno era que en el mapa estábamos muy cerca de todo lo interesante para ver en la ciudad, casi en el centro.

Hicimos el check-in de las 2 habitaciones, nos duchamos y quedamos en el hall en una media hora. Ahí nos empezamos a dar cuenta de lo barato que era todo, al ver en la máquina de bebidas el precio de todo. El agua valía unos 5000IDR, que son 30c/€, y así todo :) . Como no era muy tarde, los chicos pensamos que podíamos salir a dar una vuelta de reconocimiento por la zona mientras Rhea deshacía maleta y se quedaba descansando. Mala idea.

Estaba todo completamente a oscuras, es decir, solo se veían los rascacielos iluminados al fondo, pero a pie de calle, la luz era casi inexistente. Empezamos a caminar hacia la izquierda del hotel, con la idea de hacer un cuadrado y teminar en el mismo sitio. Nada más salir, había una especie de food court en la calle, con los típicos puestos caseros, familiares y seguimos de largo. Vimos gente tumbada en la calle, gente charlando y de repente yo veo que algo se mueve en una papelera. -"Su p*t* madre, eran ratas como perros" - jajajaja lo juro que de una bolsa de basura que había en el suelo, salieron como 10 ratas como un perro de grande, la virgen vaya imagen para recibirnos en la ciudad.

Ya íbamos un poco acojonados pero seguimos otros 50m más adelante, llegamos a una esquina y vimos que cada vez había menos luz y decidimos que ya era sufiente por hoy, que el día de mañana se vería más y nos jugaríamos menos el cuello. Media vuelta y para el hotel a dormir todos.

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