Saturday, April 22, 2017

Sábado 22 - Bali ens roba, Vol 1

El sábado desperté con el mal sabor de boca de la pérdida de la mochila. Tenía todavía pendiente ir a recepción a preguntar por una llave nueva de la moto, porque esa es otra, la tenía en la mochila por si la necesitábamos, pero como no la usamos, se quedó metida dentro.

En la recepción me dijeron que llamarían al chico de las motos y me conseguirían una nueva por algo simbólico, como unos 20K IDR  creo. Mientras la preparaban, nosotros nos fuimos a tumbar a la piscina un rato después de desayunar.


La idea para este día era pillar la moto e irnos cerca de donde estaba la discoteca a la que supuestamente íbamos a ir la noche anterior. Era la zona que está por encima de Kuta, llamada Seminyak. Es una zona con gente que tenía edades algo más altas que las de nuestra zona del hotel, es decir, de gente de nuestra edad, sin tanto niñato de fiesta.

Cuando la llave estaba lista, uno de los hombres de recepción vino a avisarnos a la piscina para que fuéramos a recogerla. Una vez listos, nos pusimos en marcha camino al norte con las mochilas y Google Maps preparados.


Era un día cualquiera, calentaba el sol de narices y el tráfico ya era demasiado. Cuando sólo llevábamos 10 minutos de moto, al abuelo se le metió en la cabeza que tenía que echar gasolina a la moto porque le marcaba en reserva. Nosotros le dijimos que era imposible, que habíamos recargado todos al mismo tiempo y que era una scooter, no consume nada de nada.

Acabamos parando en el sentido de la marcha, en una especie de entrada a una casa o negocio las 5 motos. Por supuesto, un hombre nos llamó la atención para que nos moviéramos, porque eso era propiedad privada (extraño, teniendo en cuenta que ahí cada uno hace lo que le da la p**a gana).

La gasolinera estaba en el lado contrario de la carretera y el tráfico era demasiado fluido, es decir, para cruzar había que sacarse hasta seguro de repatriación por si acaso :P. Por eso y las prisas del tio en que nos fuéramos de ahí con las motos, abrimos el depósito de la moto del abuelo y vimos que efectivamente, estaba lleno. La idea se le quitó de la cabeza y continuamos la marcha hacia la playa. Tengo que decir que mi moto también estaba fina en la electrónica, porque tampoco me marcaba ni velocidad ni gasolina....mierdaca pura!!!

Tras un gran rato en la moto esquivando tráfico, empezamos a ver ya mucho extranjero, muchas tiendas, pero que tenían otro toque menos turístico diría yo. Callejeando llegamos a la playa y aparcamos en la misma orilla en un parking pirata de esos que tienen ellos, por los que te cobran 2000 IDR por moto. Aquí el abuelo hizo la 12-15 porque le dijo que no tenía y que se lo pagaba luego, pero como cuando volvimos no estaba, pues se fue sin pagar.

La playa la verdad que estaba de lujo. Era muy grande y había poca gente. Enseguida salieron varios a ofrecernos amacas a precios de Ibiza casi. Creo recordar que nos pedían como 100K IDR o más.

Pasamos y nos fuimos directamente a tirarnos a la arena. La bandera roja ondeaba en cada palo de toda la costa, pero aún así, la gente estaba metida en el agua y donde más olas había, por supuesto. De socorristas no se supo nada, jajaja, brillaban por su ausencia.

El agua estaba bastante revuelta y encima tenía una especie de resaca muy rara, es decir, el agua no iba y venía en recto, sino que hacía como remolinos y te arrastraba con mucha fuerza hacia un lado. Siendo la primera playa gratis y con arena (no coral) de todo el viaje, pasamos de hacer caso a nadie ni nada y nos metimos a saco al agua, eso si, con crema del 50 a tope y cada 20 minutos.

Creo que todos nos metimos un buen rato al agua, yo especialmente, porque me puse a grabar con la GoPro cómo me golpeaba el agua de las olas, y es que acojonaba bastante porque eran de más de 2 metros algunas, ¡¡qué pasada!!.

Tras un buen rato de entradas y salidas al agua, así como un paseo que di con Rhea hasta mitad de playa, nos dieron las 12.30pm aproximadamente. El sol ya picaba demasiado porque caía en vertical, y por eso decidimos meternos en un chiringuito a tomar algo y por qué no, comer algo si se terciaba. Zumos, mucha agua, Colas, pero de comer nada de nada. Incluso las chicas aprovecharon para comprar algunas pulseras a una señora que pasó con miles en la cabeza. Mol tuvo un pequeño encontronazo con ella rebajando el precio, y al final se tuvo que disculpar, jajaja, qué tonto está....

Al final no decidimos comer ahí, ni en un vasco que había dos calles más arriba, al que nos estaba Javi picando para ir a ver. Simplemente seguimos un rato más en la arena y agua jugando y haciendo el monguer, y aproximadamente a la 13 nos empezamos a mover a pie a lo largo de la playa, por un camino estrecho por el que pasaban coches y carros de golf. Unos 5 minutos más adelante, encontramos un lugar que teníamos en nuestro mapa, el Plancha Beach.

Tiene nombre español, y es que el dueño es de Málaga. Lo que era cierto es que el sitio estaba a reventar, y solo quedaba una mesa junto a un grill que había medio usado en una esquina, con un cubo de basura lleno de moscas y mosquitos. Inicialmente nos sentamos ahí, pero cuando se fue una mesa entera de 10, nos movimos corriendo. La comida era una pasada. Pescado, carne, lo que quisieras tenían, y sin olvidar los típicos zumos de frutas espectaculares. Y la carta en español, para fliparlo, jajaj, tan lejos de casa y a la vez tan cerca.

Tras acabar de comer, nos pusimos en marcha a por la moto para volver al hotel, aunque a alguna no le hizo mucha gracia volver tan pronto a Kuta, eran aproximadamente las 3pm.

Lo que viene a continuación no se grabó con ninguna cámara de video, pero deberíamos haberlo hecho, porque nos habríamos ahorrado mucho dinero $$$$$ y dolores de cabeza.

A la vuelta de la playa, Piwi iba sin camiseta en la moto, algo que no sorprendió a nadie dado que estamos de playa y no éramos los únicos. Aproximadamente tras 20 minutos en la moto desde el origen, creo oir algo de - "....policía..." - y cuando saco un poco la moto de la carretera para girar la cabeza, aparece un policía en moto y literalmente nos saca de la vía.

Rhea se da cuenta enseguida y le dice que si tiene que ver con la camiseta de Piwi, a lo que el policía asiente, y nos manda entregarle la documentación de todas las motos. También nos pide el carnet internacional (que nadie tiene) y la identificación. Yo por "suerte" no tenía tampoco el DNI, ya que me lo habían robado la noche anterior y el policía me pidió entonces la denuncia (que tampoco tengo encima, como es lógico).

El policía con voz calmada empieza a contarnos que eso es una violación de la ley, que no podemos ir sin camiseta y sin carnet, que gracias a Piwi nos había parado a todos, y como no teníamos licencia, que incurríamos en otro delito más grabe. Nos enseña un documento en el que viene una cantidad de 1 millón de IDRs, y nos explica que si vamos a juicio, nos costaría esa cantidad a cada uno de nosotros, es decir, 7M IDR.

Tras muchas repeticiones de lo mismo, y yo sabiendo por dónde iba la cosa, le pregunto directamente - "¿cómo podemos solucionar esto agente?" - haciendo que los ojos del poli se iluminasen de repente. - "¿queréis arreglar esto? - preguntó. Le dijimos que sí y nos pidió que le siguiéramos con la moto. Aquí estábamos todos perdidos ya, no sabíamos adónde íbamos.

Salimos con las motos y apenas 50m más adelante, de repente se mete en una finca privada con una especie de callejón apartado de las miradas indiscretas, if you know what I mean !!. Efectivamente empezó a contarnos la milonga otra vez del juicio y no se qué, hasta que llegó a la cifra de 2M IDR. Nosotros empezamos a dudar de que tuviéramos tanto dinero encima, y le dijimos que podríamos ir a un cajero. Esto no le sentó muy bien y arrugó la cara (por supuesto, no quieren cámaras que les graben mientras roban a turistas).

Sin más nos dimos la vuelta y empezamos a recaudar de todas las carteras. Por suerte o por desgracia, Rhea y yo acababamos de sacar dinero ese mismo día y teníamos 800K. Mientras tanto, el policía se dedicaba a hacer fotos de las licencias de las motos con el móvil. Básicamente le pagamos y nos fuimos, no sin antes recordarnos que no cogiéramos más las motos o la próxima vez sería peor. Es más, el cínico se atrevió incluso a ofrecerse para guiarnos hasta el hotel, menudo geta....

La corrupción de esta isla no tenía límite, y encima nos fue a tocar el más hijo de la gran p**a de toda Indonesia, un profesional de la extorsión a turistas. Sinceramente la licencia internacional no lo hubiera arreglado, porque otros chicos que conoció Mol en Bali, tuvieron que pagar también una multa por tener el carnet internacional, pero NO el carnet local de conducir, oseeaaaaa, de puta risa!!!!

No había nada que hacer, nos habían robado y no supimos como reaccionar. Muchos en internet te dicen que pases de él, que tires con la moto y no mires atrás, que no pagues y pidas la denuncia, pero claro, cuando estás ahí y te amenaza con llevarte a la cárcel se te quita la tontería. Puede que no te detenga, pero igual te arruina las vacaciones por unos miserables 20€ por cabeza...ojalá reviente con ellos.


Volvimos al hotel y nos dedicamos a comentar la jugada en la piscina un buen rato y a echarnos unas risas, que son mejor que llorar. Era sin duda, la primera vez que me robaban dos días seguidos en mi vida.

No paramos ahí y nos fuimos a ver la puesta de sol sobre las 5.30pm, pero por alguna extraña razón, siempre se formaban nubes por las tardes y no vimos ni una, pero si que nos acabamos echando una pequeña siesta en la playa con estas vistas.

A las 7.30pm estábamos de vuelta en el hotel para ducharnos, con la idea de salir a cenar una pizza que nos llevaba picando varios días ya. Acabamos yendo al PizzaHut del centro comercial Discovery sin Mol, Piwi y Javi que como siempre, tardaban la de Dios en prepararse. Los dejamos en la habitación haciendo lo que estuvieran haciendo y nos fuimos a cenar que había hambre.

La verdad que no sé si es porque no tienen la misma carne que nosotros por ser medio musulmanes, hindúes o qué se yo, pero la pizza me sabía rara. Alimentó si, pero no me cayó del todo bien.

Una hora más tarde llegaron y se sentaron en la mesa de al lado. Cuando acabamos todos, Rhea y yo nos fuimos de vuelta al hotel mientras el resto se fue a jugar al billar en un bar de enfrente. Nos enviaron esta foto desde allí, jejej como sugiriendo...... (es tiza de los tacos de billar...)


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