Wednesday, December 6, 2017

New York - Wednesday 6th

Miércoles después de resaca, de resaca de lluvia me refiero, porque lo del día anterior no era normal. Yo creo que no dejé de escuchar lluvia hasta que me quedé dormido y algo más tarde. Creo que hasta las 3am.

Cuando me desperté, no era muy tarde, sobre las 6.30am, es decir, pronto para salir a la calle. Por eso me puse a investigar con el móvil y ví que ya nos había entrado el dinero de la transferencia de mi amigo desde España (que a nosotros normalmente nos tarda 2 días), y aproveché para comprar el móvil y dejarlo reservado. La hora de recogida la puse por la tarde para cuando regresásemos o al día siguiente, daba igual, el caso es que ese día no pensábamos volver pronto.

Este era un día de muchas emociones por lo que se nos venía, y lo quisimos utilizar también para acercarnos al puente de Brooklyn por debajo, pero no a la zona de DUMBO sino más hacia el puente de Brooklyn, es decir, donde cenamos el otro día la pizza que no pudimos ver las vistas, pues ahí.

El caso es que para ir ahí no podíamos desayunar en Manhattan para luego volver, así que nos fuimos a desayunar cerca del puente, a un local llamado Iris Cafe.
Para llegar hasta él, la verdad que el recorrido era bastante feo y Rhea iba de esta guisa por la calle; primero porque hacía un frío que cortaba la cara, y segundo porque la capucha de esa cazadora no era muy buena, era el típico gorro que se recoge en el cuello plastiquero...

En fin, seguimos calle abajo por Atlantic avenue hasta cruzar un parque y justo después estaba este sitio. El vecindario la verdad que tenía pinta de ser bastante caro, con coches grandes y de dinero.

El local era bastante normal, con decoración un poco de perroflauta pero con un toque americano diferente, con sillas de madera, ventanas grandes, una cortina en la entrada para controlar el aire frío que entraba de la calle.
El desayuno no lo teníamos claro, lo único los zumos de siempre. No había mucha variedad con respecto a los de otros días, aunque si recuerdo que tenía un toque más vegetariano.
Como se ve, no nos comimos mucho la cabeza para pedir. Pedimos dulce y salado de nuevo para poder compartir los dos, y como yo ya iba un poco cargado de tantos días comiendo a tope, me sobró.

El sitio no es barato, eso hay que decirlo, pero como dije antes, ni el barrio, ni la ciudad ayudan a que lo sea, así que a disfrutar y listo.

Antes de salir a la calle, como Rhea tenía un poco de frío, la cazadora no ayudaba en absoluto y tenía que pasar por una farmacia a por medicamentos para la nariz, decidimos volver a la parada de Atlantic, ya que allí estaba también la tienda de Apple que tendríamos que visitar de una manera u otra.
Lo primero fue ir a la tienda de Apple, recoger el dispositivo de mi amigo y de ahí nos movimos al centro comercial de al lado, donde había un Target con farmacia. Rhea se quedó ahí comprando medicamentos y algo de ropa para ella, mientras yo regresaba andando al hotel a dejar el móvil de mi amigo y para hacerle el favor a ella de cambiarle la cazadora por la otra.

No tardé mucho, y en menos de media hora estaba de vuelta con la cazadora buena. Sin esperar mucho más, nos subimos al metro de nuevo y nos fuimos directos a la parada anterior para ir a visitar el puente por debajo.
Cuando aparecimo por allí debajo, no habían pasado ni 2 horas y a Rhea se le antojo el bocadillo de langosta que se ve en la imagen. Yo sinceramente no había empezado a digerir el desayuno y ya me quería meter marisco en el boca, ni de coña!!

Se lo compró para ella en un puesto escondido debajo del puente, se lo zampó mientras yo hacía videos y fotos del sitio, y luego nos volvimos por el mismo sitio y nos tuvimos que acabar resguardando en un Starbucks porque el frío que hacía era ya típico de NY. Era raro porque el día anterior había estado en mangas de camisa en Times Sq. y este día mira.

Estuvimos en el Starbucks una media hora larga hasta que nos bebimos el chocolate y entramos en calor. Cuando pasó ese rato, tuvimos que regresar andando al metro de la línea azúl para que nos dejase en la zona financiera. Salimos junto al ayuntamiento y fuimos subiendo por Centre street hasta llegar a los juzgados con columnas romanas, que son una pasada.

Antes de llegar a los juzgados y que me diera tiempo a decir nada, zasca!! nos encontramos con el rodaje de una serie muy conocida, llamada "Ley y orden". Era una pasada, porque estaba actuando en ese momento el actor Kurt Fuller, y justo delante mirardo estaba la actriz Mariska Hargitay con la cazadora puesta preparada para rodar algo, o esperando a que acabase la escena para irse.

No queríamos irnos, pero los actores acabaron las tomas y se fueron cada uno por su lado, uno en coche el otro se metió en una furgoneta de set, probablemente para protegerse del frío. Nosotros seguimos nuestro camino calle arriba para acabar llegando a Chinatown.

Pese a que lo cuente tan rápido, había pasado ya un buen rato y nos tocaba ir a comer. Esta vez, el restaurante elegido estaba en la zona de Litte Italy, que solapa con Chinatown. El sitio se llamaba Rubirosa Ristorante.
Esta vez lo hicimos bien y no nos cebamos mucho. Nos pedimos un plato de pasta para compartir y una pizza.

Aunque parezca enorme, la masa era tan fina que casi costaba cogerla con la mano y que no se rompiera.

Encima como estábamos al lado de la cocina, la orden llegó rápido y la temperatura era perfecta.
Cuando acabamos de comer, nos levantamos y nos dirigimos calle atrás hasta la entrada o zona central de Chinatown. La verdad que no llegamos a ver lo que me hubiera gustado enseñarle a Rhea, que son las típicas tiendas con animales vivos en calderos listos para vender y comer. Supongo que eso solo lo tendrán en verano.

Dimos una vuelta por el barrio, sacamos algunas fotos, pero la verdad que no había mucho que hacer. Estaba mucho mejor y más bonita la zona de Little Italy que la de chinos, que era sucia y demasiado llamativa con cartéles de colores raros, etcétera.

Como empezaba a anochecer, nos dirigimos directamente al Empire state. Queríamos subir para poder capturar el momento del anochecer y la noche en sí. Primero nos costó encontrar la entrada, porque como el edificio ocupa toda la planta de una manzana, a saber dónde estaba la entrada. Finalmente la encontramos en la 5ª avenida.

Cuando llegamos, apenas había gente en la cola, porque muchos se dedicaban a hacerse fotos en el mismo pasillo de la entrada. Nosotros tomamos las escaleras mecánicas que conducen a la segunda planta y como teníamos el Citipass C3, no tuvimos que hacer cola para comprar.

Nos condujeron por un pasillo largo, giro para un lado, para otro y finalmente el ascensor. Sube tan rápido que los números ni salen, simplemente hacen como en el Top of the Rock y te muestran un video chorra proyectado en el techo.
Cuando llegamos a la planta 83 (porque el ascensor no sube hasta la 86), nos dijeron que teníamos que subir las tres últimas andando por las escaleras. ¡¡Sorpresa!!

Llegamos con la lengua casi fuera, pero con unas ganas de salir y verlo que no podíamos. Una vez fuera, lo que teníamos ganas era de volver a entrar, jajaja, joder qué frío hacía!!! El problema no era casi tanto el frío como el viento que hacía ahí arriba. Yo mira que subí con mi madre con frío también hace años, pero esto no era normal.

Me agencié un pequeño espacio entre la pared y uno de los telescopios que ponen para que la gente eche la moneda y mire, coloqué mi trípode de GoPro y ahí me apalanqué hasta que se hizo de noche. Rhea se puso a hacer fotos alrededor de la terraza mientras yo estaba ahí. Estuve como unos 10-15 minutos sin moverme de ahí y casi muero. Yo pensaba que de esa no me libraba ni Cristo de coger catarro. Se puede apreciar en la foto de la derecha cómo íbamos.

A la media hora escasa volvimos a entrar y ya nos fuimos a la calle, no había mucho más que hacer con ese viento que soplaba. Nos costó un poco de cola el poder bajar, pero no fue mucho. El siguiente paso, el partido de los New York Knicks en el Madison Square Garden, ouyeah madafaka!!! :P :D

Nos pusimos en marcha andando por la 34th hasta llegar al Madison, y en un principio no sabíamos por dónde entrar. Yo lo intuía pero Rhea no me quiso dejar (hola cabezona), y al final acabamos entrando por donde decía yo.

La entrada ya estaba petada de gente haciendo cola para pasar los arcos de seguridad, como si fuera el aeropuerto. Una vez pasabas ese control, había otra cola de gente que acababa contra una tira de esas de aeropuerto, de separación. Mientras abrían y no, Rhea se fue a comprar la típica mano.
Una vez que abrió a barrera el de seguridad, hordas de gente empezaron a subir la rampa que daba acceso al graderío, y nosotro teníamos que subir bastante, estábamos en el piso 4.

Sube, sube, sube y hasta que llegamos y encontramos la puerta de acceso a nuestro palco, pudimos ver un poco lo que tenían montado porque era pronto.

Había de todo, lo típico de comida y bebida, ropa del equipo, la banda de música que toca en directo las sintonías típicas, etcétera.
Yo la verdad que no me esperaba estar sentado tan tan tan arriba, es decir, la última fila de nuestra grada, joder qué palo.. Lo peor no era estar ahí, porque se veía el campo bien, sino que nos cruzaba por encima otra fila VIP y no veíamos el marcados giratorio de todos los campos, nos tuvimos que conformar con una pantalla en nuestra zona cuadrada.

En fin, el partido empezó a la hora, con Marc Gasol como abanderado de media grada del Madison, ya que éramos casi todos españoles en ese lado. Al principio bien,jiji jaja mira ese, mira aquel, mira la música cómo mola, pero fue avanzando el partido y no había emoción alguna.

Yo recordaba los partidos de Chicago Bulls con más garra, o puede que sea el tiempo que ha pasado desde entonces, pero este me decepcionó bastante. Es verdad que había animadores, tirando camisetas, bailarinas, banda de música en directo, pero nada realmente espectacular que merezca pagar esa pasta por las entradas, y eso que las mías eran de precio razonable, pero si pago 300$ y juegan así, no vuelvo.

Lo único señalable la grada VIP a pie de pista en la que estaban varios famosos como el niño negro de Stranger Things, la protagonista de la saga Divergente Shailene Woodley, algún rapero, humorista, Laurent Jauregui, Ty Dolla $ign...etcétera. La gente se dormía literalmente en sus asientos, y los que no estaban jugando con el móvil constantemente, el partido era lo de menos para todo el mundo.

Nosotros aprovechamos para comprar algo de comer y beber ya que estábamos al borde del pasillo, porque esa es otra, nos cabían las piernas de milagro en esos asientos. Coño es que parece mentira que sea en Estados Unidos, donde está la gente más grande y gorda con esos asientos de mierda. Cada vez que uno de la fila de 30 personas quería ir a por algo, se tenían que salir (no levantar) al pasillo todos para dejar paso, increíble.

Cuando aún faltaban 5 minutos para acabar el partido, y con Memphis perdiendo de mucho y sin correr, decidimos poner pies en polvorosa y salir del estadio antes de que la marabunta nos atacase. Aparte teníamos que subir al metro para llegar a Brooklyn. Yo creo que fue el día que más tarde llegamos a dormir de todo el viaje.

No comments:

Post a Comment